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| Dannenhauer & Stauss, sobre VW Beetle, a finales de los 40 |
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| Tatra 600 Sodomka de 1949 |
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| Aston Martin DB2 Cabrio de 1952 |
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| Jaguar XK 120 Roadster de 1953 |
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| Porsche Pre-A 1600 Speedster de 1955 |
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| Mercedes-Benz 190 SL / 300 SL Roadster de 1955 |
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| Volvo P1900 de 1956 |
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| BMW 507 de Elvis (restaurado) de 1957 |
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| Fiat Dino Cabrio de 1966 |
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| Fiat 124 Sport Spider de 1970 |
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| Volkswagen Karmann Ghia descapotable de 1972 |
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| Jaguar XK-E de 1974 |
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| Triunph Siptfire 1500 de 1975 |
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| Alfa Romeo Spider de 1978 |
Siempre es difícil ver un coche en su conjunto. El ojo es atraído por un aspecto u otro, cogido ahora por el ojo mecánico de los faros, con el aspecto de un instrumento óptico, un microscopio gigante. Sucede a veces que, en la calle, me distraigo mirando un coche que me recuerda a un sapo, un toro, o un saltamontes; de la misma manera, tal vez, al mirar una nube, veo la forma de una cabeza; o más, en un tronco de árbol, un tigre. Un coche, como cualquier otra máquina, es un descubrimiento reciente. Desciende no sólo del carro, también del caballo, de la combinación de los dos. El producto resultante es ciertamente extraño: un organismo completamente mecánico, que tienen ojos, boca, corazón, e intestinos; come y bebe y sigue trabajando hasta que se rompe, ¡qué extraña parodia de un ser vivo!. Alberto Giacometti
