La robinia pseudoacacia, falsa acacia, acacia blanca o acacia bastarda, es un árbol de hoja caduca con el tronco marrón pardo que se oscurece en la madurez, con la corteza muy agrietada y resquebrajada, y de cuyas bases de sus ramas salen fuertes espinas. Puede llegar hasta los treinta metros de altura. Sus hojas son compuestas, alternas, imparipinnadas y con folíolos elípticos. De color verde tierno, adoptan posturas caídas durante la noche. Es una especie norteamericana, invasora en la Península Ibérica, de crecimiento rápido, resistente y longevo. Soporta muy bien la contaminación y sus raices poseen bacterias que fijan el nitrógeno. El más viejo ejemplar que yo he conocido, y
dibujado, es la robinia de San Julián
el Pobre, en París, plantadas sus semillas recién llegadas de Canadá en 1602 por Jean Robin, jardinero del antiguo Jardín del Rey a quien se dedica el género de este árbol, en la Plaza de René Viviani y con un tronco de metro y medio de diámetro. Se sujeta ayudado por bastones de hormigón. Según dicen, es el
árbol más antiguo de París.
El fruto es una legumbre comprimida, de color canela, que contiene generalmente de 4 a 8 semillas, tiene un tamaño de 4-5 mm de largo y presenta una superficie lisa. Madura a finales de otoño y se queda en el árbol hasta que llega la primavera siguiente. Las semillas poseen un componente que resulta tóxico en caso de que se consuman. Cuando un animal ingiere semillas de robinia, acaba enfermando y sufriendo anorexia, depresión, diarrea y debilidad general.
Ahora está en flor. Sus inflorescencias aparecen en racimos axilares. Flores hermafroditas, zigomorfas, pentámeras. Cáliz cortamente acampanado, bilabiado. Corola papilonácea, pétalos unguiculados, estandarte escotado. Androceo con 10 estambres, diadelfos. Tiene un uso ornamental y, en cosmética, su extracto se utiliza como tónico y acondicionador de la piel. En medicina como emético y tónico. Y en cocina, se utilizan en
encurtidos para elaborar salsas prickles americanas. Es comestible, en algunos lugares le llaman
pan y quesillo, en el pasado con ellas se preparaba una infusión con agua destilada con propiedades antihistéricas, calmantes, antiespamódicas, emolientes, tónicas y astringentes. Las abejas producen con su polen la llamada
miel de acacia.
Para sembrar sus semillas, antes se ponen en agua hirviendo durante 20 segundos.
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